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Oh Melencolia; acerca de Alberto Durero. Por Maria Rosa Diaz II

In Numeri on 18 luglio 2007 at 18:39

Tres interrogantes:

     Erwin Panofsky se pregunta, y al mismo tiempo trata de explicar en su trabajo, sobre tres cuestiones que trataremos de sintetizar:

I) ¿Por qué Durero remplazó una tragedia espiritual por lo que antes era torpeza y carácter obtuso de un temperamento inferior, como sería el de la pereza?

     El concepto de melancolía había sido invertido por Marcilio Ficino, el mentor del movimiento neoplatónico florentino. Era un hombre delicado de salud, melancólico, y encontró que Aristóteles se había referido a los melancólicos por naturaleza como "seres que caminan por una especie de cresta estrecha entre dos abismos" y que debían ser controlados por el peligro que esta situación entrañaba para ellos mismos. Estos seres están por encima del nivel de los demás mortales. Decía también Aristóteles que "Todos los hombres verdaderamente sobresalientes, ya sea que se hayan distinguido en la filosofía, en la política, en la poesía o en las artes, son melancólicos; e incluso algunos hasta el punto de sufrir enfermedades producidas por la bilis negra". Los neoplatónicos florentinos advirtieron que esta doctrina de Aristóteles daba una base científica a la teoría platónica del "frenesí divino". Este "frenesí divino" de que hablaban los neoplatónicos era la causa de aquellos misteriosos éxtasis que "petrificaban el cuerpo y arrobaban el alma". Entonces, la expresión furor melancholicus se transformó en sinónimo de furor divinus. Lo que era una desventaja calamitosa pasó a ser un privilegio, peligroso y exaltado: el privilegio del genio. Platón y Aristóteles, desde la Antigüedad, se juntaban para auspiciar una nueva idea: la melancolía quedó coronada por la aureola de lo sublime. Al poco tiempo, el postulado aristotélico fue invertido con total facilidad: si todos los grandes hombres eran melancólicos, se podría afirmar asimismo que todos los melancólicos eran grandes hombres!! : "Malencolia significa ingegno" ("Melancolía significa genialidad").

     La exaltación humanista a que fue llevada la melancolía fue paralela al ennoblecimiento del planeta Saturno, su directa influencia. Y los neoplatónicos descubrieron que Plotino y sus discípulos apreciaban tanto a Saturno como Aristóteles a la melancolía. Saturno era considerado superior aún a Júpiter, ya que simbolizaba la "mente" del universo, y representaba la contemplación profunda frente a la mera acción práctica. Por lo tanto, aquellos cuyas mentes se inclinaban a contemplar e investigar las cosas más altas y secretas, se sometían al dominio de este planeta. Los más eminentes representantes de la Academia florentina (además de Marcilio Ficino, Pico della Mirandola, Lorenzo el Magnífico) se llamaban a sí mismos, medio en broma y medio en serio, con el nombre de "saturninos", y se ufanaban de que el mismo Platón hubiese nacido bajo el signo de Saturno.

     Aún cuando Saturno había sido reivindicado, la superstición sobre su maléfica influencia seguía prevaleciendo, y el mismo Ficino recomendaba el uso de talismanes para contrarrestar la influencia negativa del planeta. Eso explicaría, por ejemplo, la presencia del cuadrado mágico en el grabado de Durero, identificado con la mensula jovis dividida en dieciséis casillas y que, grabada en una lámina de estaño podía "convertir el mal en bien" y "disipar toda angustia y temor".

Cuadrado mágico. Melencolia I. Alberto Durero.

II) ¿Cuál es el nexo entre Melancolía y Saturno por un lado, y entre Geometría y Artes Geométricas, por el otro?

     Existe un primer nexo astrológico que relaciona a Saturno con los trabajos en piedra y madera, por ser dios de la tierra. Pero como dios de la agricultura, debe supervisar las medidas y cantidades de las cosas y la partición de la tierra. Hay una tradición iconográfica que representa a Saturno acompañado de sus atributos rústicos de trabajo complementados con la presencia del compás. Es la imagen del Saturno Geómetra.

     Pero hay un nexo de carácter más psicológico entre la geometría y la melancolía: el filósofo escolástico Enrique de Gante (vii), considerado por Pico della Mirandola como su alma gemela, argumenta que existen dos clases de pensadores: las mentes filosóficas que pueden comprender con facilidad las ideas puramente metafísicas y aquellos en los que la potencia imaginativa predomina sobre la cognitiva. Estos pensadores sólo son capaces de aprehender el espacio o lo que posee una ubicación y posición en él.

     Estos pensadores pueden llegar a ser excelentes matemáticos pero muy malos metafísicos, y esto los transforma en hombres melancólicos. El saber que existe una esfera de pensamiento que nunca van a poder alcanzar, les hace sufrir de un sentimiento de "confinamiento e insuficiencia espiritual".

     Esta es tal vez la idea que más refleja la imagen de la Melancolía de Durero: alada pero contraída en sí misma, tristemente coronada, sumida en las sombras, equipada de los instrumentos del arte y de la ciencia, pero al mismo tiempo incapaz de utilizarlos, sumergida en sus pesimistas reflexiones, conciente de las infranqueables barreras hacia un espacio superior del pensamiento.

     Y aquí estaría tal vez la respuesta al último de los interrogantes que plantea Panofsky:

III) ¿Qué significado tiene el número I que está a continuación del título "Melencolia"?



Melencolia I (detalle: El murciélago). Alberto Durero.

     El número I, más que una secuencia de grabados relacionadas con la representación de los cuatro humores y de la cual éste sería el primero, se podría explicar por la fuente literaria más importante que tiene el grabado: el De Occulta Philosophia de Cornelius Agrippa de Nettesheim (viii). Dice este autor que el hombre puede alcanzar sus mayores triunfos espirituales e intelectuales por inspiración directa de lo alto, y esta inspiración puede llegarle al hombre a través de sueños proféticos, de la contemplación intensa o a través del furor melancholicus inducido por Saturno. A diferencia de Marcilio Ficino -que consideraba que sólo la facultad más elevada de la mente, esto es, la mente intuitiva puede recibir la influencia de Saturno-, Agrippa creía que la inspiración saturniana podía espolear también a las otras dos facultades de la mente: la razón discursiva y la imaginación.

     Agrippa distinguía, por tanto, tres clases de genios: los que poseían una poderosa imaginación llegarían a ser artistas, artesanos, arquitectos o pintores extraordinarios. Aquellos en los que predominaba la razón discursiva, podrían descollar como científicos, médicos o estadistas. Y quienes tuvieran como predominante una mente intuitiva podrían conocer los secretos del reino de la divinidad y se destacarían sobre todo en el campo de la teología.

     Por lo tanto, se podría concluir que la Melancolía de Durero, la "Melancolía de Artista", lleva claramente el elemento "I" porque se encuentra en la esfera de la imaginación, la esfera de las cantidades espaciales. Tipifica la forma primera, la menos exaltada del ingenio humano. Personifica a los que no pueden llevar su pensamiento más allá de los límites del espacio. Siente impotencia por lo que no puede alcanzar, y renuncia a lo que está a su alcance porque le resulta insuficiente.

     Por todo esto, Panofsky llega a la conclusión de que la Melencolia I es un reflejo de la personalidad de Durero. Él se consideraba a sí mismo un melancólico. Había experimentado las "inspiraciones desde lo alto", y también había conocido la sensación de "impotencia". El hombre cuyo "autorretrato espiritual", como lo llama Panofsky, había plasmado una de sus obras maestras (inspiración y modelo para infinitas obras posteriores) llegó a manifestar:

"Mas qué sea la belleza absoluta, no lo sé. Nadie lo sabe sino Dios".

     Y escribió algún tiempo después en su diario:

"En cuanto a la Geometría, puede demostrar la verdad de algunas cosas; pero en lo que atañe a otras hay que contentarse con la opinión y el juicio de los hombres.

De tal modo está alojada la mentira en nuestro entendimiento, y tan firmemente está atrincherada la oscuridad en nuestro espíritu, que aún nuestra búsqueda a tientas fracasa".

Notas:

     Para profundizar en el conocimiento del método de estudio iconográfico que realiza el teórico Erwin Panofsky (ix), se recomiendan las siguientes lecturas:

       "El significado en las artes visuales". Capítulo 1: Iconografía e iconología: introducción al estudio del arte del Renacimiento. Alianza Forma.

       "Estudios sobre iconología". Capítulo 1: Introducción. Alianza Universidad.

 


(i) "¡Oh, melancolía!", Silvio Rodríguez.
(ii) "El significado en las artes visuales", Erwin Panofsky.
      "Los pastores de la Arcadia", María Rosa Díaz, revista Aula Abierta N° 96, 2000.
(iii) "Vida y arte de Alberto Durero", Erwin Panofsky. Editorial Alianza Forma.
(iv) Carl Gustav Carus (Leipzig 1789 – Dresde 1869): pintor y dibujante perteneciente al romanticismo alemán. Fue también médico, fisiólogo, psicólogo y filósofo. Fue amigo del pintor Caspar Friedrich y del poeta y escritor Johann Wolfgang von Goethe.
(v) Diccionario Etimológico de la Lengua Española, Guido Gómez de Silva, F. de C. Económica.
(vi) Erwin Panofsky: op. cit.
(vii)Teólogo flamenco del siglo XIII. Enciclopedia Microsoft Encarta 2000.
(viii) Agrippa von Nettesheim, Heinrich Cornelius (Colonia, 1486 – Grenoble, 1535): filósofo, médico y alquimista alemán. Fue historiógrafo de Carlos I. Unió elementos gnósticos, herméticos teosóficos y cabalísticos. Fue autor de De occulta philosophia (1510) y de De incertitudine et vanitate scientiarum (1527).Diccionario enciclopédico Agostini.
(ix) Erwin Panofsky: (Hannover, 1892 – Princeton, 1968) historiador del arte de origen alemán. Después de haber enseñado en la Universidad de Hamburgo, en 1933 se estableció en Estados Unidos. Ha publicado importantes estudios sobre Durero y los primitivos flamencos, en los que ha determinado su método crítico. Este método comprende una ciencia comparativa de las imágenes, en la cual se basa una historia de la imaginación plástica. Obras principales: Estudios de Iconología (1939), Arquitectura gótica y escolástica (1951), El significado en las artes visuales (1953), Los primitivos flamencos (1953) y Vida y arte de Alberto Durero (1943)

Profesora de Artes Plásticas, dicta Historia del Arte, Lectura de la Imagen y Lenguaje de la Historieta. Ejerce como docente en colegios de la Ciudad de Buenos Aires, tales como el Colegio Mariano Acosta, Escuela de Danzas (central) y Colegio Schönthal. Además colabora con la Revista Aula Abierta, en la sección Educación Artística, desde octubre de 1999. Posee estudios universitarios en Historia del Arte en la UBA. Mail: floria@ciudad.com.ar

Fuente: http://contexto-educativo.com.ar/2000/11/nota-08.htm

Ver además: 

       Alberto Durero: Melencolia I – Michel Tournier

       Alberto Durero. Biografía

Gerardo Herreros http://www.herreros.com.ar

 

http://www.herreros.com.ar/melanco/mrdiaz.htm

Melencolía I. Albrecht Durero

Este grabado es central en la historia del concepto de la Melancolía. Hay infinidad de trabajos sobre la obra y su autor. Al final hay algunos trabajos y referencias.

Ir a una versión mejor de la imagen (213 Kb.)

El grabado Melancolía I de Durero en 1514, hace eco de una taxonomía Agrippiana y explica la de otra forma misteriosa numeración (ninguna Melancolía II o más elevada ha sido nunca encontrada). Este estudio de un robusto, ángel melancólico, obviamente atrapado en medio de una visión arquitectónica, con herramientas esparcidas y símbolos mágicos que la rodean, fue ampliamente distribuida y es sabido de haber pasado por lo menos dos diferentes impresiones. Por lo menos una copia del grabado llegó a Inglaterra, como Robert Burton específicamente lo menciona en su Anatomía de la Melancolía (Bur, p. 451).

Gerardo Herreros
Anexo a Clase 3 Seminario Depresión

 

Título: Melancolía I. (1514)

Autor: Albrecht Durero

Técnica: Grabado. 240 x 188 mm

Bibliothèque nationale de France, Paris

Holding Institution: The University of Michigan Museum of Art

Si en el caso de los otros dos grabados que suelen asociarse con la Melancolía I, el Caballero, la Muerte y el Diablo y San Jerónimo en su celda, veíamos que cada uno se correspondía con una virtud, en este caso tenemos la representación de la virtud intelectual. Melancolía I significa la vida del genio profano en el mundo racional e imaginario de la ciencia y el arte.El Caballero… y San Jerónimo son dos vías diferentes de conseguir lo mismo. Pero Melancolía y San Jerónimo representan dos aspiraciones antitéticas. Se suele considerar que estos dos grabados son pareja, puesto que la abundancia de elementos opuestos casi como en un espejo es sorprendente. Melancolía es una mujer, sentada en un banco de piedra, en lo que parece un edificio inacabado. El lugar es frío y solitario, cerca del mar, en mitad de la noche (por un lado tenemos la sombra que proyecta la luna sobre los objetos, y por otro el brillo de un cometa encerrado en un arco iris lunar). A Melancolía le acompañan un angelote tristón y un perro famélico dormido a sus pies. También Melancolía está absorta, pero no en un trabajo sino en un estado de inactividad completa. Es indiferente a su aspecto descuidado, al cabello despeinado. Apoya la cabeza en el puño mientras que la otra ase mecánicamente un compás y reposa sobre un libro cerrado. Sus enormes ojos están abiertos y fijos, con expresión sombría.El estado espiritual atormentado de la mujer se traduce también en los objetos desordenados que la rodean: sobre el muro hay una balanza, un reloj de arena, una campana y un cuadro mágico con números. Al lado, la escalera apoyada en la pared sugiere los trabajos recién abandonados. En el suelo hay herramientas de carpintería y arquitectura, un tintero, una pluma y dos objetos simbólicos: una esfera de madera torneada y un poliedro de piedra. Resulta evidente que cada objeto es un símbolo deliberadamente amontonado junto a los otros, por lo que el autor nos plantea una lectura bastante compleja. Sería arduo tratar de analizar en profundidad todos los elementos y la lectura final de la alegoría, por lo que trataremos de repasar los más importantes y trascendentes en la historia del arte.Melancolía no era un estado depresivo, pasajero en el ser humano, tal como se la entiende hoy día. Desde la Antigüedad hasta la época de Durero, Melancolía era uno de los cuatro humores del hombre. Cada humor se asocia a uno de los cuatro elementos, de las cuatro estaciones, las cuatro edades del hombre, los cuatro vientos, los cuatro puntos cardinales y las cuatro fases del mundo. Melancolía era el peor considerado de los cuatro humores y se asociaba a la tierra, la sequedad, el frío, el viento Boreal, el otoño, la tarde y la edad de los sesenta en el hombre.Los hombres de constitución melancólica poseían una constitución física diferente de los otros humores, lo que afectaba a su color de piel (terroso), cabellos, ojos, a su vulnerabilidad ante ciertas enfermedades (mentales, la locura principalmente) y por unas características morales e intelectuales. Así, cualquier alteración del humor melancólico provocaba la locura. Incluso en ausencia de una patología declarada, los melancólicos pasaban por ser gente desdichada y descontenta, malhumorados y sombríos. De los melancólicos se decía que eran malvados, avaros, mentirosos, olvidadizos, apáticos y con tendencia al estudio en soledad.Antes de la Melancolía de Durero, esta alegoría sólo aparecía en tratados de Medicina y almanaques (por su relación con las cuatro estaciones). Se consideraba una enfermedad y se proponían como remedios la música, los azotes, las plantas acuáticas… Así, Melancolía aparece coronada por hojas de ranúnculos y lotos, para combatir su carácter.La Melancolía se asociaba a uno de los siete pecados capitales, la Pereza. Pero Durero cambia la Pereza por la inactividad, no por desidia sino por otros motivos. Está sumida en una intensa actividad intelectual, totalmente estéril. No continúa su trabajo por pereza sino porque le parece que no tiene sentido. Es la inteligencia la que paraliza su energía. El hecho de su superioridad intelectual se traduce en las alas que adornan su espalda, símbolo de la imaginación y la creatividad.Los diferentes objetos que la rodean son los atributos de la Geometría, que era la síntesis de las Artes Liberales, propias de los aristócratas, y las Artes Mecánicas, de los artesanos y villanos. Durero de este modo, intelectualiza la Melancolía y la asocia al Arte. Lo que está tratando de conseguir es identificar al artista con un carácter melancólico, dotado de ciertos rasgos que le hacen único y genial, puesto la Melancolía se asocia con Saturno. Saturno es el planeta de los creadores. Su influencia es terrible sobre el ánimo de los melancólicos, por lo que han de protegerse con talismanes astrológicos: la mala influencia se aprecia en el cometa, un fenómeno maléfico. La protección está en el cuadro mágico, conocido como la "mesa de Júpiter", cuyas cifras leídas en cualquier sentido suman 34. Además, incluyen las cifras de la muerte de la madre de Durero, que afectó mucho al artista (ocurrió el mismo año de 1514).En fin, los símbolos y los significados van mucho más allá de lo que razonablemente podemos incluir en esta descripción y sólo puede decirse que Durero realizó un auténtico manifiesto lleno de modernidad en la constitución del artista, tal y como hoy lo conocemos. Las características del artista como genio, atormentado por la creatividad, sometido a sus impulsos, huraño, solitario, etc., las acuñaron artistas renacentistas como Durero, que contribuyeron a crear un mito tan artifical como efectivo, puesto que se ha mantenido hasta nuestros días.

Fuente: http://www.artehistoria.com/genios/cuadros/3943.htm

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http://www.herreros.com.ar/melanco/durero.htm

 

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